Digitalización más tradición, la combinación perfecta


En los últimos años, en el entorno empresarial, no se habla de otra que de la digitalización de la PYME y la movilización de los procesos de negocio. Una necesidad incuestionable pero sin olvidarse de la tradición.
Las PYME forman 99,88 % del tejido empresarial español, de ahí la importancia de su evolución hacia la digitalización ya que de su buen funcionamiento, depende en gran medida la economía del país. No en vano más del 60 % de los trabajadores son empleados de pequeñas y medianas empresas.

La digitalización empresarial ha permitido a muchos pequeños empresarios el acceso a un mercado que hasta ese momento era inalcanzable para ellos, por una cuestión de recursos, ahora bien en el equilibrio está la virtud y no puede pretenderse automatizarse todos y cada uno de los procesos olvidándose totalmente del anterior modelo de negocio y los canales de comunicación existentes.

La página web, la optimización SEO, el marketing en buscadores SEM, las redes sociales o la analítica web son todos ellos elementos imprescindibles para cualquier negocio que quiera formar parte de las opciones de los usuarios pero… ¿Es suficiente? La respuesta es no.

Los chats en los ecommerce, las redes sociales o incluso herramientas como whatsapp están facilitando y optimizando gran parte de la comunicación entre las PYME y los usuarios, pero hay que saber cuando es necesario descolgar el teléfono o incluso hacer una visita física, en caso de ser posible.

La clave del éxito está en la convivencia de la tradición y la modernidad. Las redes sociales facilitan un tipo de comunicación personal, rápido y efectivo al que las empresas no deben renunciar pero en un momento dado una llamada de teléfono puede resolver cuestiones que por las propias condiciones de la comunicación escrita, sería imposible.

La supervisión humana y el trato directo con el cliente deben ser complementados por los nuevos sistemas de comunicación digital, pero nunca sustituidos.