Shakira: rabiosa, loca y... ¿Esperpéntica?

Partiendo de la base de que esta chica me gusta, no tanto por su música como por la naturalidad y la salud que derrocha, no puedo obviar el mal trabajo de sus estilistas.

Shakira, con uno de sus looks más naturales.



Shakira, inmejorable como producto, es una mujer con un potencial estético envidiable por cualquier fémina de su edad (34). Posee un aire fresco y una dulzura digna de cualquier quinceañera, que le otorga de una juventud que ya no corresponde a su treintena. Esto viene dado, principalmente, por la redondez de su rostro y su busto pequeño, cosa más que plausible por la lejanía del bisturí, tan demandado en estos casos.

Skakira no es un mujer elegante ni lo será nunca y tampoco lo necesita, pero eso no justifica el desafortunado trabajo de quienes la visten. 
La melena lisa y amarilla, las camisetas amplias de algodón o los vaqueros de pitillo le dan un aire desaliñado que anula su encanto. Pienso que la mejor baza de la artista es su saludable naturalidad, sin necesidad de aliños, colorantes ni conservantes. No hay razón para matar sus rizos, ni para pintarla como si de una drag-queen se tratara, ni pretender encasillarla en un estándar, al cual no pertenece.

Shakira tiene la belleza de la salud y ésta debería ser la base de su imagen.