Una oveja, dos ovejas, tres modernos

La palabra moda es un concepto que actualmente engloba todo aquello que es estético y nuevo. Se aplica a prácticamente todos los sectores artísticos. Desde la arquitectura, al interiorismo e incluso al lenguaje. Por ejemplo, ahora mismo utilizar expresiones en una conversación coloquial como “mover el esqueleto” para expresar el acto de bailar resultaría hortera por ser una expresión utilizada en los ochenta, por lo tanto pasada de moda. En cambio si te “comes un marrón” en vez de asumir un problema a nadie le resultará extraño. Pues bien, dicho esto yo os quiero hablar de la moda estadística.





En estadística hablar de moda (Mο) significa hablar del valor que se repite con mayor frecuencia en una distribución de datos. Si eso lo trasladamos al mundo del estilismo se traduciría en algo tan sencillo como ponerse lo que lleva todo el mundo o lo que es lo mismo: pertenecer al grupo. Algo completamente justificado si hablamos de antropología pero totalmente repugnado por aquellos que defienden las tendencias como la diferencia “del resto”. Ningún moderno* se ve reflejado en una oveja que forma parte del rebaño.

Tras esta comparación no me queda más remedio que concluir este artículo haciendo uso de mi filosofía estética: No hay moda ni tendencia que te diferencie más del resto, que tu propia naturalidad.


* Entendiendo moderno como aquel que gusta de lo contrapuesto a lo clásico.