Cuando se habla de información geográfica en términos empresariales, los datos a los que se refiere, van más allá de la dirección física de una empresa.
A la hora de emprender un negocio, la localización de la ubicación de éste, está condicionada, en la mayoría de las ocasiones, por el factor económico, es decir, el precio del alquiler, el traspaso, los metros cuadrados, etc. Obviando importantes datos geográficos, de los que va a depender en gran parte, el éxito o el fracaso del nuevo negocio.
Es fundamental tener claro dónde está la competencia, dónde están las oportunidades de negocio y dónde están los clientes potenciales.
En primer lugar hay que colocar en el mapa a la competencia, es decir, abrir un taller mecánico a unos metros de otro que lleva diez años, es una clara equivocación. Para evitar que esto suceda existen diferentes directorios online de empresas, que ofrecen información por ciudades y sectores, con los que poder localizar fácilmente otros negocios del mismo sector. También existen herramientas que permiten crear mapas por patrones, mediante una hoja de cálculo. De este modo se puede visualizar fácilmente toda la información geográfica de la competencia.
Si se pretende abrir un negocio de barrio o de alcance local, es necesario saber qué tipo población hay en los distritos cercanos. Esta información está disponible en los ayuntamientos, pudiendo acceder a datos segmentados por barrio, edad, sexo e incluso la nacionalidad. Existen otros listados como el anuario económico en el que encontrar información de la actividad económica de cada municipio.
Poseer la información anterior es una buena forma de minimizar los riesgos, siempre existentes, de fracaso. La información geográfica es un elemento básico en la vida del negocio, que no termina con la elección de la ubicación física, sino que será una constante en las estrategias de marketing empleadas, para la captación de clientes. Pero esto es mejor dejarlo en manos de los profesionales.
