Autónomos: Juan Palomo yo me lo guiso pero no como


La contabilidad, las compras, las ventas, las gestiones bancarias y fiscales, o el marketing son algunas de las tareas de las que se ocupan los autónomos y propietarios de un pequeño negocio. Pero… Quien mucho abarca, poco aprieta.

El día tiene 24 horas para todo el mundo y llega un momento que el tiempo, como magnitud física, tiene sus limitaciones. Es imposible llegar a todo y llegar bien. A pesar de ser un súper-autónomo, la capa no da para tanto y hay que externalizar algunos servicios para mantener el flujo comercial que es, al fin y al cabo, de lo que se trata.

En cuanto a la priorización de servicios y gestión del presupuesto, son los contables y fiscales los que se llevan la palma, hasta que llega el día en el que el boca a boca del entorno más cercano se agota y hace falta buscar clientes. Y… ¿Dónde están?

Los clientes están por todos lados. En la calle, en el piso de arriba, en el pueblo de la vecina del 4º y en Internet.

Volviendo a la limitación del tempo y añadiendo, también, la de los recursos visitar casa por casa, hasta dar con los clientes parece no solo algo muy costoso sino también poco realista, por lo que sabiendo que los posibles clientes están, sí o sí, en Internet, lo lógico sería estar ahí.

Ahora bien, estar en la red debe servir para responder afirmativamente a la siguiente pregunta: ¿Mis posibles clientes pueden encontrarme? Si la respuesta es negativa, ha llegado el momento de externalizar los servicios de marketing digital.

Para sobrevivir como autónomo es vital ser consciente de los objetivos y los medios para alcanzarlos. Contar con los servicios de una gestoría es importante si la actividad se mantiene y para eso es necesario invertir en la búsqueda de clientes efectiva.