Las Leyes de La Simplicidad aplicadas a la experiencia de usuario


John Maeda es un americano de origen japonés que revolucionó el mundo multimedia afirmando que “La tecnología y la vida se vuelven complejas únicamente si se lo autorizamos”. Presidente de la Escuela de Diseño de Rhode Island desde 2008 a 2013, diseñador gráfico, teórico informático, académico y autor desarrolla su actividad profesional entre el arte y la tecnología, siendo un icono de la comunicación a nivel mundial fue en 2006 cuando trasformó la visión de la tecnología con la publicación de su libro “Las leyes de la simplicidad”.

“Las leyes de la simplicidad” es una obra en la que se describen diez leyes basadas en la simplicidad y la claridad, tanto del diseño como en la arquitectura del software, elementos claves y aplicables a la experiencia del usuario web:

  1. Reducir: Simplificar los caminos, reducir el número de clics sin perder pasos o información relevante es, sin duda, una buena forma de facilitar la navegación del usuario.
  2. Organizar: Ordenar la información para conseguir que lo complejo parezca sencillo en su apariencia y funcionamiento. Uno de los principios de Google.
  3. Tiempo: La velocidad de carga de la web, un requisito fundamental para que desesperar ni aburrir al usuario.
  4. Aprender: En este punto la analítica web es la base. Conocer cómo se comporta e interactúa el usuario en el site para mejorar y adaptar el entorno web a sus necesidades.
  5. Diferencias: Sin complejidad no existe la simplicidad. Para percibir la segunda tiene que haber un equilibrio ente ambas. Un gran volumen de información en una organizada estructura jerárquica.
  6. Contexto: El entorno del usuario forma parte importante del diseño. Un usuario multi pantalla necesita una web adaptada a todos sus dispositivos.
  7. Emoción: La simplicidad debe dar paso a la complejidad en la que el usuario se siente implicado con la marca. La personalización de la interfaz y la comunicación son, en este caso, dos factores importantísimos.
  8. Confianza: La tranquilidad de que, por ejemplo, un proceso de compra online (de principio a fin) saldrá bien o la total garantía de que si no es así, se solucionará fácilmente.
  9. Fracaso: Se puede asumir cierto margen de error, entendiendo como error a la complejidad, si ésta servirá para dar valor a la experiencia de usuario, es decir, es mejor no escatimar en explicaciones técnicas o de funcionamiento de un producto, si éstas son necesarias para su correcta utilización.
  10. La única: “La simplicidad consiste en quitar aquello que es obvio y añadir lo importante.” A partir de aquí se trata de construir priorizando lo que el usuario necesita y lo que no, eliminando pasos, clics y facilitando la comprensión visual.

A continuación un video en el que Maeda habla sobre reducir las cosas a lo fundamental: