Los dispositivos móviles se han integrado tanto en el día a día que han dado lugar a nuevos hábitos y términos, como es el famosísimo selfie.
Un selfie es una autofoto hecha con un smartphone, utilizada principalmente por adolescentes, hasta que en la pasada entrega de los Oscar, Ellen Degeneres subió uno a Twitter y se convirtió en la foto más retuiteda de la historia, dando lugar a una nueva corriente a la que se ha subido incluso la realiza.
La tendencia está servida y por qué no utilizarla también a nivel empresarial. Está demostrado el poder de las imágenes en redes sociales, como también lo está que las fotos de escenas reales además de humanizar a la empresa también generan un mayor engagement, por lo tanto es el momento de utilizar la creatividad y perder el sentido del ridículo con un selfie de empresa.
Quizá no sea la foto más retuiteada de la historia, pero es una original forma de acercarse a los usuarios y mostrar un lado más desenfadado. Incluso puede ser el origen de un concurso/sorteo en el que en función del target, puede fomentar la implicación.
Saber aprovechar las tendencias, es una buena forma de trasmitir modernidad y la modernidad empresarial es percibida por los usuarioscomo elemento de confianza. Una empresa moderna es una empresa puntera y por lo tanto con recursos para satisfacer a sus usuarios.
