Cuando una PYME decide montar una tienda online, debe seguir un exhaustivo proceso en el que tomará muchas decisiones de las que posteriormente dependerá su éxito o su fracaso. Una de ellas es escoger los método de pago que se ofrecerá a los usuarios.
Independientemente del tipo de público al que vaya dirigido el ecommerce, el principal objetivo deber ser ofrecer las máximas facilidades, confianza y garantía a los usuarios. Para ello conviene conocer los métodos de pago recomendados.
- Tarjetas de débito o crédito: Para esto es necesario contar con un TPV Virtual (Terminal de Punto de Venta Virtual) que hará las veces de “datáfono”, es decir permitirá que el cliente realice el pago ingresando su número de tarjeta. El protocolo de seguridad de este método dependerá del banco con el que opere el ecommerce. Este método es conocido por el 89% de los usuarios y empleado por el 29%.
- Paypal: Es un sistema de pago que permite transacciones económicas entre usuarios mediante el correo electrónico. Para ello es necesario que el usuario tenga una cuenta vinculada a su tarjeta. Cobra un porcentaje al ecommerce y a cambio ofrece la tranquilidad al usuario de no tener que introducir datos bancarios. Actualmente es el método más empleado, con un 50% de total de los pagos.
- Trasferencia bancaria: Ofrecer este método puede ser interesante si el ecommerce tiene un público poco habituado a comprar en internet. Para finalizar la transacción el ecommerce debe facilitar un número de cuenta y esperar a que se confirme el pago. La desventaja de este método es que al ser necesario la confirmación del pago (dos o tres días laborables), por parte del ecommerce, suele retrasar el envío del producto.
- Contra reembolso: Generalmente empleado por compradores noveles puesto que no implica ningún riesgo. Simplemente introducir los datos personales y esperar a que el paquete llegue. El mensajero será el receptor del pago, que suele tener un coste adicional para el cliente.
Como recomendación adicional cabría mencionar que es aconsejable ofrecer al menos tres métodos de pago, no sólo para cubrir diferentes tipos de usuarios, sino para dar alternativas en caso de que hubiera una incidencia con alguno de ellos. Siempre bajo la máxima de que lo más importante es que el usuario tenga una buena experiencia de compra.
