El pasado martes me acerqué a ver uno de los desfiles de la 080 Barcelona FASHION, concretamente el de Juun.J, que para dar una muestra del público que congrega el evento, puedo jurar que hubo quien se refirió a él como –un tal Jaume- (sic).
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| Juun J. Otoño/Invierno 2012/13 |
Mucha gafa de pasta, mucho fashion de tienda de veinte duros*, mucho moderno que iba de antimoderno, mucho becario con cámara de fotos y poca moda.
Y por fin el desfile.
Aforo más que completo, de hecho la escalera se convirtió en una grada improvisada. Varios iphones con zapatillas de marca grababan expectantes la oscuridad previa a la salida de los modelos, que portaban la ropa del diseñador de turno.
El desfile terminó y yo me negaba a levantarme sin ver algo de moda independiente. Aunque independiente o no, aquello había terminado y por aquella “pasarela” lo único que había pasado (válgame la redundancia) eran seres, quizá con vida propia, y trajes de los que llevaba mi padre cuando iba a las bodas, eso sí, destrozados con alguna extravagancia perdonable por aquello del “espectáculo de la moda”.
De modo que tras la decepción que me produjo Juun, Jaume para los amigos, puedo afirmar que la arquitectura interior de la carpa, fue lo más estético de la noche.
Resumiendo, salí de la carpa con la satisfacción y la plena consciencia de haber estado fuera de lugar.
* Denominación que recibían en la época de la peseta, las tiendas conocidas actualmente como: los chinos.
