Montar un negocio es una decisión que engloba otras muchas. Una de las más importantes es escoger el adecuado nombre comercial.
El nombre comercial, es de las primeras decisiones de marketing que debe tomar todo empresario. El proceso para crear el nombre de la marca se conoce como namimg.
El naming dará lugar al primer y más importante elemento de identidad de marca: el nombre comercial y éste acompañará a la empresa durante toda su vida.
Documentación, publicidad, rótulos, marketing, etc. Nada se repetirá tanto. Aunque la identidad visual evolucione el nombre permanecerá, de ahí la importancia de que éste cumpla las tres efes:
- Fácil de recordar.
- Fácil de pronunciar.
- Fácil de escribir.
A la hora de escoger el nombre es recomendable valorar todas las posibilidades y para ello hay que tener en cuenta varios factores:
- El nombre debe dar lugar a la imagen de marca y no al revés.
- Es básico partir de una lista sobre los conceptos que definen la personalidad de la marca.
- El nombre debe ser identificativo y ajustarse al producto.
- Tan importante como el qué se quiere transmitir es a quién se le quiere hacer llegar.
- Si el nombre está compuesto por siglas hay que asegurarse, previamente, de que su traducción en otras lenguas no puede arruinar la reputación de la marca.
- Confirmar que no esté registrado.
- Comprobar que el dominio esté libre.
Con todas las cartas sobre la mesa solo queda confiar en el instinto. Es muy posible que antes de haber escogido el nombre definitivo ya se use uno en petit comitè, lo que también puede funciona como técnica de naming, porque la repetición hace el Nombre.
Para finalizar el proceso y evitar riesgos innecesarios es preciso registrar el nombre, junto con las posibles variantes de futuro.
