A estas alturas ya todo el mundo sabe que a las marcas lo
único que les importa es vender a costa de lo que sea. Vender, vender y vender.
Para eso suelen crear campañas de marketing con las que llegar a su target.
Hasta aquí todo correcto, pero hay ocasiones en las que la falta de ética y
principios morales hace de “esto” algo rastrero, denigrante y discriminatorio.
Este es el caso de Violeta by Mango.
Violeta by Mango es la línea de moda que ha lanzado Mango
para vestir a las “gordas” o mejor dicho, a lo que la marca considera que es
una gorda (a partir de la talla 42).
Para dar a conocer Violeta entre las gordas o curvys (*) la
marca ha contado con influencers del mundo del famoseo, como la presentadora
Tania Llasera, la diseñadora Vicky Martín Berrocal o la modelo Barbie Ferreira.
Tres mujeres normales que lucen con orgullo las prendas, presuntamente cedidas,
en sus redes sociales bajo el lema #WeAreVioleta.
Lo vergonzoso y a su vez el gran éxito de la campaña de
marketing para gordas que ha orquestado la firma catalana, es que venden el
concepto Violeta como un acto de liberación de las gordas, cuando en realidad
es una evidente discriminación a la mujer, tanto que no existe una línea
equivalente para vestir a hombres gordos.
Para entender lo discriminante que resulta esta línea de
ropa hay que diferenciar entre la “gordura” y el sobrepeso. Para ello hay que
remitirse al índice de masa corporal (IMC).
Un IMC saludable debe estar entre 18,5 - 24,99. Dentro de
este margen hay mujeres con un peso normal, independientemente de su talla, por
lo que esto debe ser entendido como un rasgo físico, como el color del pelo o
el tamaño de su nariz. Además la “gordura”, como término estético, es un
concepto subjetivo que varía según la época o la cultura.
En cuanto al sobrepeso, es decir, superar el IMC de 25, hay
que tener claro que se trata de una enfermedad (preobesidad ≥25,00, obesidad ≥30,00
y obesidad mórbida ≥40,00), que debe ser tratada y jamás debería ser un
argumento de marketing.
Con base en la estrategia de marketing para gordas que ha
creado Mango cabe preguntarse si sería ético crear una línea para anoréxicas,
enanas o feas ¿Dónde acaba el marketing y dónde empieza el respeto por el ser
humano? ¿Qué pasa con la responsabilidad social corporativa (RSC)?
Mango, con la creación de Violeta, ha dividido a las mujeres por
su talla y esto es un retroceso en la lucha por la igualdad de género y la no cosificación del cuerpo de la mujer.
Es el momento de que las marcas aprendan a vender creando estrategias de marketing teniendo en cuenta la realidad y la concienciación social, por ejemplo, en este caso ampliando el escalado de tallas de sus líneas de ropa y venderlas en sus establecimientos habituales. Tan sencillo como eso. Tan ético como eso.
(*) Mujer de aspecto saludable y de talla superior a la 38.