Cada vez son más los emprendedores que ven en las franquicias una oportunidad de negocio. Tanto es así, que desde el año 2009 el número de franquicias en España ha ido aumentando hasta alcanzar las casi 55.000 que existen actualmente.
Contar con una marca conocida entre el público o la mayor facilidad para conseguir financiación, son dos de las razones que hacen de la franquicia un rentable modelo de negocio, reduciendo considerablemente el riesgo de fracaso.
Junto con los derechos de explotación, al adquirir la franquicia se adquiere un compromiso económico en forma de royalty que garantiza soporte de marketing, imagen, material corporativo, etc., por parte de la central. No obstante, es el franquiciado quien debe responsabilizarse de la puesta en marcha y el empleo de las estrategias necesarias para ello.
La página web es una parte fundamental en la comunicación de la franquicia. Mantener la identidad corporativa, con una correcta adaptación y traducción de los textos y un diseño acorde a la marca, son elementos indispensables que no deben obviarse.
Continuando con las estrategias de la franquicia, el posicionamiento en buscadores es, sin duda, clave no solo en la puesta en marcha sino también para aumentar la visibilidad y captar leads, que posteriormente se conviertan en clientes.
Trasladar las campañas globales de la franquicia al entorno local es otra de las necesidades que debe asumir el franquiciado. Aprovechar la hiperlocalidad para reducir los costes de captación y el empleo del geoposicionamiento para acercarse al mercado local, es la mejor forma de conseguirlo.
Ser franquiciado es una importante apuesta que ofrece evidentes ventajas frente a un negocio de nueva creación, pero es importante ser consciente de la importancia de acercar la marca a los nuevos clientes potenciales. Amortizar la inversión inicial y conseguir rentabilidad supone un duro trabajo, en el que la estrategia juega un papel decisivo.
