Hace ya algunos años que Architectural Digest publicó un
amplio reportaje sobre el loft del bueno de Gerard.
Lámparas de araña, madera y cuero son los tres
elementos más destacados del majestuoso y nada espartano hogar del actor. Una perfecta combinación que da como resultado una cómoda calidez.
La vivienda, no apta para discípulos del minimalismo, es una
fiel muestra del lujo sutil. Opulencia austera, pues aunque la sensación
inicial es de un lujo extremo, si se analiza en detalle lo que destaca es la
calidad de los materiales y no un exceso de elementos decorativos. Las plantas son el oportuno toque de color que no sólo aporta vida, sino que rompe el homogéneo marrón de la manera y el cuero.
Sin duda un placer, muy inspirador, para la vista.